Año 1375. China está dominada por el caos debido a los enfrentamientos entre las dinastías Yuan y Ming. La dinastía Koryo envía una delegación de diplomáticos y soldados como emisarios de buena voluntad para ofrecer la paz al nuevo gobierno chino representado por los Ming. Pese a ello, la delegación será acusada de espionaje y enviada al exilio a un lejano desierto. Por el camino será atacada por tropas de los Yuan.
Ver parte 1.
Ver parte 2.
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